¿Cuál es la diferencia entre un ataúd y un féretro?

Además del dolor y la tristeza por la muerte de un ser querido, al momento de su fallecimiento surgen muchas preguntas para los familiares, y no siempre es fácil encontrar una respuesta apropiada o tomar una decisión acertada.
Por ejemplo, mucha gente se pregunta cuál será la mejor opción entre un entierro y una cremación.
De igual manera, mucha gente no sabe que no todos los ataúdes son iguales, o que hay diferencias entre un ataúd y un féretro. Aunque la diferencia puede no ser tan significativa, a todos nos conviene estar bien informados.
Tradicionalmente un féretro o un ataúd son considerados sinónimos porque cumplen esencialmente la misma función: servir como última morada para transportar, velar y guardar los restos mortales de la persona fallecida. Sin embargo, hay diferencias sutiles entre un ataúd y un féretro.
La forma
Los ataúdes tienen una forma particular: son hexagonales, ya que son más anchos a la altura de la cabeza y los hombros, mientras que son más angostos donde van las piernas de la persona fallecida.
Un féretro, por su parte, es completamente rectangular.
La tapa
Los ataúdes convencionales tienen una tapa entera que solo se cierra cuando se va a proceder a transportar al fallecido o cuando se va a enterrar.
Una característica notable de los féretros es que, en la mayoría de los casos, la tapa se abre en dos secciones. Una parte superior, que al levantarse exhibe al finado y permite que sus familiares lo puedan ver por última vez; y una inferior que solo se abre para introducir a la persona fallecida.
Los materiales
Los ataúdes son fabricados tradicionalmente de madera, y en algunos casos no tienen un forro en su interior. Son la manera más básica de transportar el cuerpo de una persona fallecida. Sin embargo, también hay ataúdes mucho más sofisticados fabricados con otros materiales, llenos de decoraciones, referencias religiosas y accesorios.
Los féretros son por lo general más modernos, tienen un forro interior acolchado y pueden ser elaborados no solo de madera, sino también de metal u otros materiales más sofisticados como fibra de vidrio.
El material con que se fabrique el cajón depende del destino final de la persona. En caso de que la familia quiera conservar el féretro en un mausoleo o en una cripta, lo más recomendable es que sea hecho de metal, dada su mayor resistencia.
En caso contrario, por ejemplo, cuando el cuerpo va a ser incinerado, un féretro de madera es una opción más frecuente.
Fuente: https://www.lhlic.com/es/recursos-del-consumidor/cual-es-la-diferencia-entre-un-ataud-y-un-feretro/